El momento crítico de la detención puede ser un punto de inflexión para que el presunto delincuente consumidor de sustancias psicoactivas adquiera conciencia de problema y para que valore la posibilidad de iniciar o retomar un tratamiento de deshabituación de tóxicos.
El Juzgado y Fiscalía deben tener conocimiento, de forma documentada, de la condición de drogodependiente del detenido, de forma que pueda valorar la posibilidad de sustituir la pena privativa de libertad por una medida alternativa condicionada a su rehabilitación.
Podemos afirmar que abordar las causas que han llevado a las personas a delinquir reduce la tasa de reincidencia.