29 septiembre 2020 | La Casa de Acogida ‘Miguel Ruiz de Temiño’ recibe la Medalla de Bronce al Mérito Social Penitenciario |
El Centro Penitenciario de Villanubla (Valladolid) y el Centro de Inserción Social (CIS) Máximo Casado Carrera han otorgado a la Casa de Acogida ‘Miguel Ruiz de Temiño’, ubicada en Valladolid, la Medalla de Bronce al Mérito Social Penitenciario.
El acto de entrega ha tenido lugar este martes en el mismo Hogar temporal para enfermos de VIH/SIDA, inaugurado en 1996, y gestionado conjuntamente, mediante un convenio de colaboración, entre ACLAD Asociación de Ayuda y las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
El Director del Centro Penitenciario de Villanubla, Carlos Blanco Rubio, fue el encargado de entregar el distintivo a la responsable de la Casa de Acogida, Sor Carmen Celis García. No faltaron al evento la subdirectora de Tratamiento, Nuria San José Pascual, y la subdirectora del Centro de Inserción Social (CIS), Carmen Herrero Gutiérrez. También, estuvo presente el presidente de Aclad, Luis Iglesias y la responsable Técnico de la Entidad, Sonia Martín. Tampoco se quiso perder el acto la visitadora de la Hijas de La Caridad de España Norte, Sor Concepción, así como el resto de personas que conforman la Comunidad.
Sor Carmen Celis García manifiesta que este galardón «es el reconocimiento a la labor de todas la Hijas de la Caridad que han pasado por esa Casa y a todas y cada una de las personas que trabajan en ACLAD». La responsable de este Hogar manifiesta que tratan de ofrecer a diario un servicio integral a los residentes, donde prime la calidad junto a la calidez. «Creemos que Dios es misericordia y deseamos hacer visible esta misericordia a los presos, a través de reconocer y hacerles reconocer su dignidad de personas», afirma.
Por su parte, la subdirectora del CIS, Carmen Herrero Gutiérrez, destaca la «compleja situación de salud y el poco apoyo con el que llegan los penados en libertad condicional a la Casa de Acogida», donde se les atiende las 24 horas proporcionándoles todo tipo de cuidados y un entorno familiar. «Estamos muy agradecidos del trabajo que desempeñan, ya que se trata de internos con una enfermedad grave o en fase terminal y se les brinda la oportunidad de pasar la última etapa de su vida fuera del ámbito penitenciario«, detalla la directora del CIS, quien confiesa que «sin este Hogar los liberados condicionales fallecerían en soledad».